Hablar en nombre de un órgano que toma decisiones contrarias a tus convicciones más profundas no debe ser un trabajo cómodo. A la fiscal Gabriela Bravo Sanestanislao (1963, casada y con tres hijos), vocal y portavoz del Consejo General del Poder Judicial, le ha tocado estos días la tarea más ingrata: explicar la decisión, a la que se opuso, de saldar con una multa de 1.500 euros las negligencias del juez Rafael Tirado, que dejó sin ejecutar una condena de cárcel contra el pederasta Santiago Del Valle, supuesto asesino de la niña Mari Luz.
[Ver mas..]
No hay comentarios:
Publicar un comentario